Los rivales tambien juegan.

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Sábado 14 de enero de 2012… el Real Madrid llega a Mallorca con la posibilidad de pasar la noche a 8 puntos del segundón de la temporada. Y pese a que tras los 90 minutos de juego, el resultado en el marcador nos hace vivir ese espejismo de diferencia de puntos que quizás pueda tornarse en realidad, las cosas no fueron fáciles durante el 11 contra 11.

Ya lo decía Mourinho, el partido no se nos iba a servir en bandeja de plata, puesto que el Mallorca venía cargado de moral tras su última goleada, y tenia enfrente al Real Madrid, equipo al que cualquier rival del mundo ansía hincar el diente. Muchos rezan que la liga se decide en partidos contra equipos fuertes, pero soy de la opinión que tanto las ligas como las grandes cosas, se logran contra equipos más “débiles” a priori, que dan el todo por el todo intentando complicar las cosas al Rey de la selva, ya que estoy segura de que para ellos, no puede haber mayor satisfacción, que ganar al REAL MADRID.

Sufrimos una primera parte, en la que nuestro rival supo ponernos las cosas difíciles, y nosotros, no las supimos hacer fáciles. El Mallorca trajo los deberes hechos, y se organizó a las mil maravillas en defensa (al Cesar lo que es del Cesar) sobre el terreno de juego, impidiendo la posibilidad de imprimirle al balón la velocidad a la que nuestros chicos nos tienen acostumbrados (un poco menos tras este parón navideño). Momentos poco claros en cuanto a juego, los balones no llegaban a buen puerto por nuestra aparente falta de ideas, ellos lo estaban haciendo bien, y nosotros no demasiado. Llega el minuto 38 de juego y Hemed manda el balón, de cabeza, directo a la red de la portería que defendía Casillas. En esta ocasión, el juego no lo abrieron “las blancas”, y con un 1 a 0 en contra en el marcador, llegó el descanso.

El descanso… momento en el que a José Mourinho, sobremanera en los últimos encuentros, le toca reprender a los suyos, y mover ficha. Y en esto de los movimientos acertados, a nuestro Mister no hay quien le gane.

Comenzó la segunda parte con un único cambio, entraba al campo el Pipita Higuain, y salía Lass. Tocaba encomendarse a la mítica épica para resolver el encuentro, y no perder los tan preciados puntos que estaban en juego. Y así fue, el Real Madrid sacó su espíritu vencedor, pasó a capitanear la lucha, y pudo hacerse con el dominio del balón obligando al Mallorca a encerrase en su campo. Aun así, la remontada no llegaba. Mourinho volvía a mover ficha, en el minuto 58 entraban al campo Coentrao y Kaká, por Marcelo y Arbeloa (¿qué te pasa espartano?), y así pasar a jugar con 3 defensas, los mejores en este trabajo como dijo Mou en la posterior rueda de prensa. Lección táctica de nuestro entrenador (una vez más), y el partido pasó a ser lo que tenia que haber sido desde el minuto 1. El madridismo volvía a vivir momentos de infarto, al ver que los minutos pasaban, y el balón no entraba. Pero llegó el momento, en el minuto 71 el mago Ozil le da un precioso pase a nuestro Pipita, y este, viendo el gol antes de tocar el balón (gracias Raúl por haberle enseñado tanto), lo envía sin piedad hacia la portería. El empate ya estaba, y como al Real lo que le hace marcar goles, es el meter goles, no se quedó ahí la cosa. Pocos momentos después, Cristiano casi marca un golazo, pero el esférico se estrelló contra el larguero. Está claro que nuestro 7, el que es el mejor jugador del mundo, se está reservando la puntería para los encuentros de cuartos de final de Copa del Rey. Volviendo al partido, seguíamos creando más ocasiones que en la primera parte, y en el minuto 84, un balón que primero pasó por el Pipa y Karim, sale botando perdido hacia la derecha, donde apareció raudo nuestro Callejón, que empujó el balón, lo hizo deslizarse superando a los defensas y al portero, y entro en la portería para que el tanto subiera al marcador. La remontada ya estaba en el bolsillo, Mourinho recolocó las filas, a base de “papelitos en la banda”, y aguantamos los intentos del Mallorca de volver a empatar el partido, hasta el pitido final que nos da el título de CAMPEONES DE INVIERNO. Antesala de momentos muy dulces para el madridismo, estoy segura.

Quiero destacar a Gonzalo "Gonzalez Blanco", el Pipita Higuain, por sus mismisimos dentro del campo, por su pasión madridista, por su visión y su buen hacer, por saber sacar del alma en cada partido, y dar el todo por el equipo. Por estar donde debe, por aparecer donde nadie imagina, y por ser tan comprometido con la causa del Real, de su Real. Dije, digo y repetiré hasta la saciedad, que es el legado que Don Raúl nos dejó en el "blanco sobre verde" para que su ausencia no fuera tan dolorosa. Y si, tambien soy muy de Karim Benzama!

Y si destaco a Gonzalito, no puedo dejarme en el teclado las ganas de hacerlo con Callejón. Su lucha en cada partido, su sangre madridista y su amor al blanco, hace que me rinda ante él. Estoy segura de que no fui la única que se emocionó con su gesto hacia el escudo tras el gol. Grande Callejón.

En fin, partido saldado con resultado positivo, y CUAN positivo... Los madridistas dormimos a 8 puntos por delante del Barcelona, y soñamos ya con la tan ansiada vendetta, que pasa por eliminarles de la Copa de NUESTRO Rey, en los encuentros de cuartos de final que tendrán lugar en los próximos días. Ojalá pudiera decir que les espera un Bernabeu que va a estar a muerte con el equipo, pero aunque soy muy optimista, tambien soy realista. Nos queda la esperanza de que aparezca el "ambiente Champions" de los partidos que el Real juega entre semana. Si es que... mejor me callo!

HALA MADRID!!