A 112 años del inicio de algo bueno (2º parte)

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Por: Andrés Ramírez Pelayo

Mitad del siglo XX. Las mejoras en el equipo aún son lentas pero seguras. Así llegamos a la década de los 50’, momento clave en la historia de la institución a nivel internacional. Con la llegada de jugadores legendarios como Don Alfredo Di Stéfano, la Saeta Rubia, y Francisco Gento, la Galerna del Cantábrico, el Real Madrid se preparaba para encarar el que es actualmente el torneo de clubes más importante del mundo: la Copa de Europa, un formato de copa propuesto por Santiago Bernabéu y la revista francesa L’Équipe. Los primeros cinco títulos europeos, además de la obtención de la primera Copa Intercontinental y la adhesión de otros íconos del fútbol como el húngaro Ferenc Puskás y el francés Raymond Kopa, quienes junto con el argentino Héctor Rial formaron una de las mejores delanteras jamás vistas. La transformación es tan radical en el equipo blanco que pasó de ser, de un club que sobrevivía tras los rezagos de la Guerra Civil Española y Segunda Guerra Mundial al ahora protagonista del balompié mundial.

 A casi 60 años de su fundación, el Real Madrid vivía en el zenit de su momento más dorado; pentacampeones consecutivos en Europa y campeones intercontinentales, amplios dominadores en liga y copa, dos jugadores premiados con el título del Ballon d’Or que otorgaba hasta 2010 la revista France Football. Con Santiago Bernabéu como presidente y Miguel Muñoz (quien fuera jugador de aquella generación de futbolistas campeones de Europa) como director técnico, el dominio ahora pasaría a ser total en el campeonato español. Los años le empezaban a pasar factura a Di Stéfano, quien más adelante emigraría al Espanyol donde le tocó jugar con otro virtuoso del balompié y acérrimo rival que por mucho tiempo defendió los colores blaugranas, el húngaro Ladislao Kubala. Ahora la batuta de líder en el equipo madrileño pasaría a Ferenc Puskás. Después de los cinco campeonatos consecutivos en Europa llegarían los cinco campeonatos consecutivos en España, con Puskás como líder de goleo en cuatro de ellos. En la Copa de Europa tuvieron un tropezón en la sexta, séptima y especialmente octava edición pues el equipo volvía a una final pero que perdería ante el Inter de Milán, aunque en 1966 retornaría a la misma instancia para vencer al Partizán de Belgrado por 2-1 con un gol de antología de Amancio. Con el retiro de las canchas del “Cañoncito Pum” o Pancho Puskás como le decían muchos de los aficionados, el ciclo más importante que hasta ahora ha tenido el Real Madrid ponía punto final.

 Llegamos ahora a la década de 1970. Ya han quedado atrás momentos dorados como la época de las cinco copas europeas, y el pentacampeonato español, la generación de los Ye-Ye y la despedida de las canchas de referentes como Di Stéfano, Puskás y muy próxima la de Francisco Gento, el máximo ganador de títulos en la historia de la institución. Se consolidarían otros jugadores también muy importantes como José Martínez Pirri, quien se convertiría en el nuevo jugador insignia del Real Madrid. También resultó ser una década triste para el madridismo por la despedida en vida del que fuera aficionado, aguador, jugador, director técnico, presidente e incluso estadio. Don Santiago Bernabéu que bien dijo una vez que “fui todo en el fútbol excepto un balón”.

 La década de los 80’, nos cuentan nuestros papás, al menos sí la mayoría, que fue la mejor época que se haya vivido en cuestión de la música y modas. El fútbol tampoco queda exento cuando vemos que en aquellos años había jugadores de la talla de Diego Maradona, Michel Platini, Zico o Paolo Rossi. El Real Madrid tampoco fue la excepción en la calidad de su plantilla, lista para dar nuevas alegrías. Aquel momento dulce para los merengues sería recordado por la Quinta del Buitre, comandada por un ícono del madridismo, Emilio Butragueño, y otras figuras también de origen canterano como Manolo Sanchís, Miguel Pardeza, Míchel y Martín Vázquez, además de las incorporaciones de otros jugadores de leyenda como el mexicano y pentapichichi, Hugo Sánchez, y del mítico Juanito. Aquella generación volvería a realizar la hazaña de conseguir un pentacampeonato consecutivo en el torneo local, mientras que a nivel internacional, si bien lo más lejos que se llegó en la Copa de Europa fue a una instancia de semifinales de la 88-89’ ante el Milán de Arrigo Sacchi, la Copa UEFA se consiguió levantar en dos ocasiones.

 Muchos cambios importantes en la lista de jugadores a partir de los 90’ donde en los próximos diez años el equipo comenzaría bajo la sombra del Dream Team de los culés dirigidos por Johan Cruyff hasta darle vuelta a la tortilla y recuperar el protagonismo y títulos que se disputaran. Una fecha recordada para mal es el 8 de enero de 1994 cuando el Real Madrid caía ante el Barcelona en Camp Nou por marcador 5-0 con una gran actuación del brasileño Romario. Sin embargo, la vida da revanchas y a la temporada siguiente, esta vez en el Santiago Bernabéu y curiosamente a un día de cumplirse un año de aquella goleada, el Madrid de la mano de chileno Iván Zamorano les paga el favor con la misma moneda; un 5-0 lapidario que ponía fin a la hegemonía catalana y el inicio de la madrileña. Primero fueron las ligas en las temporadas 94-95’ y 96-97’, y lo más ansiado desde hacía 32 años, la séptima Copa de Europa en 1998 (además de una nueva Copa Intercontinental) y dos años después la octava orejona ante Valencia. Con el título otorgado por la FIFA como el mejor club del siglo XX en diciembre del 2000, el Real Madrid volvía a relucir ese brillo triunfador y ponerse de gala para recibir sus primeros 100 años de vida de la mejor de las formas.